Sabine Kämper recorrió Namibia en el verano para recolectar recetas de cocina, canticos africanos y ruidos ambientales del desierto y así, crear su más reciente proyecto «Chorus and Cuisine«, una mezcla inusual de libro de recetas y CD de música que fue publicado recientemente.
México D.F., diciembre 2012 – Sabine Kämper tenía dos grandes proyectos en mente cuando se puso en camino hacia el país de sus sueños, Namibia, en el verano. Con un par de micrófonos estéreo cardioides MKH 8040 y un protector contra viento compatible, de Rycote en su mochila, la periodista y autora de Hamburgo viajo por Namibia para grabar coros étnicos y sonidos de la naturaleza. El primer objetivo de su viaje de 9,000 kilómetros desde Kalahari a Kaokoveld está completo: “Chorus and Cuisine”, una mezcla inusual de guía de viaje, libro de recetas y CD de música, que se publicó recientemente.
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Para “Chorus and Cuisine – Namibia,” Sabine Kämper se embarcó en un viaje culinario a través del país africano y sus casas de alojamiento, grabando los coros del personal por el camino. “Esto tal vez suena un poco inusual al principio,” dijo la autora, “pero adquiere sentido cuando platico la historia que condujo a esto. En el 2008, estaba alojada en ‘The Fort’en la reserva Onguma en el Parque Nacional de Etosha. Después de una excelente cena, varias de las mujeres invitadas le rogaron al chef que les revelara la receta de su sopa. Él lo hizo, y todas estaban felices. Yo las puedo entender, ya que también soy una apasionada recolectora de recetas cuando estoy viajando. También me gusta comprar CDs de la música típica del país como un recuerdo de vacaciones. En el sur de África, es habitual en muchas de las casas de campo y fincas de huéspedes que el personal de la cocina o incluso todo el equipo actúen algunas canciones tradicionales después de la comida – y ése fue el caso en Onguma… así nació ‘Chorus and Cuisine.’”
“Sensación de Safari entre las portadas de un libro”
En 2012, Sabine Kämper y su compañero Detlef Overmann finalmente se dirigieron a Namibia para visitar un total de 18 casas de alojamiento seleccionadas y para grabar los coros del personal, recolectar recetas y fotografías de los platillos. “Estaba claro para mí, que por supuesto tendría que hacer un montón de improvisaciones al hacer las grabaciones de audio – qué podíamos esperar al grabar en todo tipo de habitaciones, desde bibliotecas hasta lavanderías. Por esa razón necesitábamos micrófonos que garantizaran buenas grabaciones, sin importar la situación, por lo que me acerque a los expertos de Sennheiser,” dijo Kämper. Le recomendaron los MKH 8040, que soportan altas temperaturas –Kämper también tenía planeado hacer grabaciones al aire libre para otro proyecto.
“Al final, nunca tuvimos que grabar en una lavandería,” recordó Kämper. “La mayoría de las veces, nos las arreglamos para llevar el coro a nuestra habitación de la casa de alojamiento o podíamos grabar en la cocina. Una vez, el administrador del albergue hasta nos dejó utilizar su sala de estar. Usamos la técnica ORTF para las grabaciones y alimentamos el sonido desde el par de micrófonos directamente a un ordenador a través de una pequeña interfaz Mbox2. Este sistema de audio ligero y compacto nos proporcionó excelentes grabaciones. Después del primer corte, le pregunté al ingeniero de audio qué le había hecho a las grabaciones para que sonaran perfectamente ‘redondas’, y él dijo: «No mucho. Yo sólo puse las canciones en el orden que querías…”
Paisajes sonoros en el Kalahari
Sabine Kämper and Detlef Overmann también usaron su viaje a través de Namibia para hacer las grabaciones de un segundo proyecto. Para “Soundscapes”, ellos grabaron sonidos típicos del país, para que los artistas namibios los pudieran usar como base y fondo para composiciones musicales. “Para los sonidos atmosféricos, por ejemplo, yo pensé en un gecko ladrando en el desierto, el coro del amanecer de los pájaros y el sonido de los antílopes en un charco. Quería grabar sonidos del pueblo o simplemente el murmullo de las olas del Atlántico,” dijo Sabine Kämper. Un gran reto en todas estas grabaciones fue el ruido del viento, ya que a menudo puede llegar a ser muy tormentoso en el desierto por la noche. La autora también se preocupaba por los micrófonos ya que estaban constantemente expuestos al polvo de arena fina.
“El prototipo de protector contra viento de Rycote, era justo lo que necesitaba, y el equipo resultó ser extremadamente resistente. Tuve la oportunidad de grabar sonidos naturales de fondo realmente maravillosos, y la producción con los artistas está programada para comenzar en 2013,” dijo Kämper. “Los micrófonos eran simplemente fantásticos. En la primera grabación en el monte de Kalahari, siempre noté una especie de sonido de zumbido y silbido que no podía explicar… La interfaz estaba bien, los audífonos estaban bien, los micrófonos estaban funcionando perfectamente, como siempre, y no había nada malo en mis oídos… Al final, me di cuenta que yo había grabado los aleteos de algunos pájaros tejedores en un árbol a cierta distancia. Bueno, yo ya estaba fascinada por los MKH, ¡pero ahora estaba absolutamente enamorada de ellos!”